¡SEAMOS CIRCULARES!

Jerarquía de los residuos

¿Es posible un mundo sin residuos? Si practicamos la prevención, la reutilización y la recogida selectiva, estaremos más cerca. ¡Todo es más fácil si lo hacemos conjuntamente!

Gestión de residuos

Muchas materias primas extraídas de la naturaleza se utilizan una sola vez y después se eliminan. Especialmente en un modelo económico lineal de producción y consumo, basado en productos por duraderos y de difícil valorización material. Así se desperdician recursos que se acaban agotando, mientras que podrían haberse aprovechado muchas veces.

La jerarquía de gestión de los residuos establece el orden y la prioridad para tratar los recursos, retrasando el momento en que estos pasan a ser residuos a eliminar. Evitar generar los residuos es la prioridad más importante y cada persona debe practicarlo desde su ámbito, sea desde la producción o del consumo. Al fin y al cabo, los residuos que generamos son consecuencia de nuestros hábitos y decisiones.

  • Prevención

    En esta etapa, el objetivo es evitar que se generen los residuos. Se trata de tomar medidas que abarcan muchos ámbitos: la reducción de la extracción de recursos naturales vírgenes, la elección de materiales y procesos de fabricación que faciliten la recuperación de cada material empleado, logísticas de transporte sostenibles, la reutilización de los productos, etc. En definitiva, la prevención debe estar presente y ser prioritaria en cada paso de la cadena de consumo y debe implicar a cada persona, tanto productora como consumidora final.

  • Preparación para la reutilización (PxR)

    Alargar la vida útil de los productos es también una forma importante de evitar la generación de más residuos. La preparación para la reutilización es una operación de valorización consistente en la comprobación, limpieza o recepción mediante la cual productos y componentes de productos que se hayan convertido en residuos, se preparan para que puedan reutilizarse sin otra transformación previa.

    Por ejemplo, la ropa depositada en contenedores de recogida que puede venderse en circuitos de segunda mano, los aparatos electrónicos reacondicionados o los sistemas de retorno y rellenado de envases.

  • Reciclaje o valorización material

    Es el tratamiento que sigue a la separación de los residuos por fracciones e incluye toda operación de valorización mediante la cual los material de los residuos son transformados de nuevo en productos, material o sustancias, tanto con la finalidad original como con cualquier otra finalidad.

    Incluye la transformación del material orgánico, pero no la valorización energética ni la transformación en materiales que se utilicen como combustible o para operaciones de relleno.

    Una recogida selectiva en la que origen de calidad, con una correcta separación por fracciones y sin residuos impropios que puedan contaminar los materiales, es importante para que los tratamientos de reciclaje sean más eficientes.

  • Otros tipos de valorización

    Cualquier operación de valorización que no pueda considerarse como preparación para la reutilización ni reciclaje de residuos de nuevos productos, materiales o sustancias. Por ejemplo, la valorización energética, a través de la cual se produce energía térmica y eléctrica. Este tratamiento suele producir otros subproductos como escorias, que se utilizan como materiales de construcción.

    Pueden valorizarse energéticamente residuos sólidos que no se hayan podido evitar ni reciclar; por ejemplo, los residuos municipales de la fración resta y desecho.

  • Eliminación

    Todos aquellos residuos que quedan después de pasar por las etapas anteriores deben eliminarse, en última instancia, depositándolos en un vertedero controlado. Esta forma de gestión tiene un fuerte impacto ambiental ya que genera un gran volumen de emisiones de gases de efecto invernadero, superior a la mayoría de tratamientos previos. Por este motivo, el objetivo prioritario de toda la jerarquía de los residuos es evitar el uso del vertedero.

    Se considera tratamiento de eliminación cualquier operación que no sea de valorización, incluso cuando la operación tenga como consecuencia secundaria el aprovechamiento de sustancias y energía sin un mínimo de eficiencia energética.

Escala medioambiental

El mejor residuo es el que no se genera. Cierto es que en la actualidad es complicado que nuestras acciones no produzcan ninguna. Sin embargo, siempre hay vías para producir y consumir de forma más sostenible.

La prevención de residuos reduce la extracción de recursos naturales, de emisiones de carbono y, muy a menudo, el coste económico de los productos. ¡En definitiva, una transición plena hacia el modelo de economía circular es de las mejores cosas que le pueden pasar al planeta!